Nacionalismo animal

EL NACIONALISMO ANIMAL.

Si hay algo que nos hace similares a los animales, si existe un punto en común con el resto de especies evolucionadas y no tanto que afortunadamente aún perduran, es la identificación cerrada con un grupo, con una forma de actuar, con un territorio, su defensa y el temor de que otros miembros de la misma especia se apropien de el.

Afortunadamente ningún ideario político incluye todavía la necesidad de orinar en las fronteras, sin embargo da la sensación de que si no estuviera mal visto socialmente se podría llegar a esto, los nacionalismos parten de la idea de la diferenciación, para que exista la idea nacionalista es necesario un proceso de comparación, por lo tanto niega la evolución más real que pueda tener un ser humano de forma indiferenciada, la evolución interior que se realiza por medio de la necesidad íntima de mejorar.

Intenten imaginar por un momento una persona que se siente libre, un individuo que acepta y está abierto debido a la seguridad en sí mismo que tiene a las costumbres de otros, cultura, idioma, color de la piel, religión, etc. imaginen que ese mismo personaje se siente independiente, además de sentirse libre también siente la necesidad de que lo sean los demás, ahora imaginen que es nacionalista, ¡A que no pueden!. Ser nacionalista implica la idea de sentirse atrapado condicionado y en lucha, el agua y el aceite no se pueden juntar.

Somos descendientes directos de un proceso evolutivo para el mejoramiento de la especie por medio del enfrentamiento, por medio de la agrupación, sin embargo nadie nos obliga a pertenecer que ese grupo y podemos tener la fuerza y la seguridad necesaria para tender puentes, la inercia de nuestra herencia primitiva nos arrastra más a la diferenciación y lucha por unos valores cerrados.

En el pasado hemos tenido serias muestras del daño que pueden hacer los idearios nacionalistas llámense socialistas, (nacional socialistas) llámense como se llamen, también se ha demostrado que seguir este tipo de ideologías es algo poco racional, de nuevo queda patente el peso de nuestra herencia más primitiva, más animal, y que conste que el ser un animal humano no es algo negativo, sólo es una realidad y punto.

Tal vez lo que más nos separa del resto de las especies animales, sea la capacidad para comprender y sentir nuestros instintos desde un plano superior, ese plano que llaman conciencia, y desde ese lugar se puede optar por diferentes caminos.

Acabar con los nacionalismos excluyentes no es una tarea que se pueda lograr por medio de una guerra, ni tampoco por medios políticos, la única forma de terminar con estos restos de nuestro pasado más primitivo es la libertad de cada individuo para decidir por sí mismo, y para eso es necesario dejar espacio para la reflexión de conocimiento personal.

Dicen que esta época en general es un momento para despertar, puede que sea así, esperemos que aquellos que piden cambios no entren en la misma dinámica de aquello contra lo que están luchando, la única forma de acabar con la exclusión es la libertad, la de cada uno de aquellos que componen el grupo, cada vez que se fuerza a alguien o a un pais o region contra su natural deseo de libertad y le hace el juego de combatirlo golpe por golpe, sale perdiendo, puesto que en esta forma uno mismo queda enredado en odios y pasiones.

 La mejor manera de acabar con una fuerza que busca la diferenciacion, es un energico empuje hacia la integracion social, pero esto solo se logra aportando medios al individuo, no al colectivo.