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La Plutocracia Acuariana

Cuando el poder de unos pocos oscurece la democracia de todos El mundo nos muestra un escenario de polarización: derecha contra izquierda, hermanos enfrentados en una batalla que parece decisiva. Pero si elevamos la mirada, descubrimos que esa no es la contienda verdadera. La lucha esencial se libra arriba, en las alturas donde se concentra la riqueza y el poder. Basta con poseer  un millón doscientos mil euros de patrimonio neto  para entrar en el 1 % más rico del planeta. Sin embargo, esa cifra apenas abre la puerta. La capacidad real de influir está más arriba todavía: el  0,1 % controla más del 20 % de toda la riqueza mundial , y el  0,01 % , una élite diminuta, acumula fortunas capaces de decidir el destino de países enteros. El capital en sí mismo no es el problema; el capital construye, innova y crea. El peligro proviene de la  plutocracia , esa forma de poder que, a diferencia del capital productivo, no levanta ni ayuda, sino que acapara y domina. Y el c...

La Plutocracia Acuariana

Cuando el poder de unos pocos oscurece la democracia de todos

El mundo nos muestra un escenario de polarización: derecha contra izquierda, hermanos enfrentados en una batalla que parece decisiva. Pero si elevamos la mirada, descubrimos que esa no es la contienda verdadera. La lucha esencial se libra arriba, en las alturas donde se concentra la riqueza y el poder.

Basta con poseer un millón doscientos mil euros de patrimonio neto para entrar en el 1 % más rico del planeta. Sin embargo, esa cifra apenas abre la puerta. La capacidad real de influir está más arriba todavía: el 0,1 % controla más del 20 % de toda la riqueza mundial, y el 0,01 %, una élite diminuta, acumula fortunas capaces de decidir el destino de países enteros.

El capital en sí mismo no es el problema; el capital construye, innova y crea. El peligro proviene de la plutocracia, esa forma de poder que, a diferencia del capital productivo, no levanta ni ayuda, sino que acapara y domina. Y el cielo acompaña este tiempo: Plutón ha entrado en Acuario, marcando el paso de una etapa. Plutón es la plutocracia, el poder oscuro, y Acuario es la comunidad, la tecnología y las redes. Desde ese tránsito, todo se acelera. Figuras como Musk y Trump son símbolos visibles de este cambio disruptivo, expresiones humanas de un arquetipo celeste que irrumpe en nuestra vida colectiva.

En Estados Unidos, la democracia muestra grietas. Las elecciones de 2020 costaron catorce mil millones de dólares, más que nunca antes, y allí la voz del dinero pesa más que la del pueblo. En sus pantallas, Brian Kilmeade, presentador estrella de Fox News, llegó a decir el 10 de septiembre de este año que a los sintecho habría que aplicarles “inyección letal”. Nadie lo sancionó. Sus palabras quedaron suspendidas en el aire como semillas de deshumanización que, tarde o temprano, viajan hasta Europa.

Y escuchamos también a Elon Musk, cuya voz resuena en millones de hogares:

“La izquierda es el partido del asesinato.”
“Si no nos dejan en paz, entonces nuestra elección es luchar o morir.”

No es casual que Musk con X y Trump con Truth Social tengan cada uno su propia red social. Ambos son símbolos de cómo la energía de Acuario —las redes, la tecnología, lo comunitario— se utiliza no para unir, sino para dividir; no para expandir horizontes, sino para reforzar la influencia de unos pocos sobre la mayoría.

Y conviene subrayarlo: casi siempre, esta plutocracia se esconde tras teorías de la conspiración. Pero la verdad es más fría y evidente: los números están claros, las cuentas son exactas. No hacen falta iluminatis, reptilianos ni aderezo alguno. No hay misterio. La muerte de la democracia sería simplemente el triunfo de unos pocos que ejercerán su poder ya sin freno, sin límites, sin barreras.

Es un absurdo tan grande como imaginar que en un cuerpo humano la mano izquierda luchara contra la derecha, olvidando que ambas forman parte del mismo organismo. Eso es exactamente lo que ocurre cuando nos hacen creer que la pelea es entre ideologías: es el mismo pueblo el que se enfrenta consigo mismo, mientras la plutocracia observa y aprovecha.Un estudio lo dice con precisión: cuando la desigualdad aumenta diez puntos, la democracia pierde quince de su fuerza. Así de simple: más concentración arriba, menos libertad abajo.

El futuro de la sociedad se juega en la capacidad humana para enfrentar esta verdad frente a las toneladas de violencia y desinformación que la plutocracia vierte a través de la polarización social. Plutón en Acuario nos dará esa oportunidad y, cuando estemos preparados, sucederá.




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